La República Popular de China es el país más poblado del mundo, con una población que supera mil trescientos millones de habitantes y se sitúa como la primera potencia económica mundial. Además cuenta con una superficie de alrededor de 9,6 millones de km², siendo el tercer país más extenso y además cuenta con numerosos recursos naturales.
En el año 1978 el Partido Comunista de China, llevó a cabo una reforma económica con el fin de transformar la economía planificada, que se encontraba estancada, por una economía de mercado que pudiera generar crecimiento económico e incrementar el bienestar de la población china. Con el paso de los años el Estado ha conseguido aumentar la calidad de vida de la población, la tasa de alfabetización y la esperanza de vida .A pesar de todo estos logros destaca que China ha conseguido ser la primera potencia económica del mundo, debido a su alta tasa de producción industrial, convirtiéndose en el mayor exportador e importador de bienes.
A pesar de la buena situación económica que tiene el país en cifras económicas, el gobierno viene no respetando los derechos humanos a lo largo de la historia. Numerosos países y ONG´s han denunciado violaciones de los derechos civiles en el país asiático, como por ejemplo: encarcelamiento sin un juicio, tortura, uso de la pena capital...
Todo este incremento económico también ha supuesto una serie de efectos negativos sobre el medioambiente, debido a que los niveles de contaminación y de emisión de gases nocivos se han disparado y se han estado produciendo durante décadas, sin haberse llevado a cabo ningún tipo de control ni de seguimiento, convirtiéndose en un serio problema. China se sitúa a la cabeza como el mayor país contaminante del planeta y aquel que cuenta con unos mayores índices de contaminación. Esta difícil situación está produciendo efectos devastadores para el medio y al ser humano, ya sea la destrucción de la capa de ozono, el sobrecalentamiento del planeta o que las partículas contaminantes que se vierten causan cáncer y problemas respiratorios entre muchos otros efectos nocivos. Esto se debe a que los distintos gobiernos que se han sucedido en la República Popular han preferido continuar aumentando la industrialización y la producción en vez de mirar por la sostenibilidad y el mantenimiento del medio ambiente.
A nivel social la gente se encuentra poco informada y es poco conocedora de los efectos que esto
implica. Además una gran mayoría de la población está a favor de continuar con las altas tasas de producción con el fin de continuar con el aumento del crecimiento económico del país, sin tener en cuenta el medio ambiente. Consideran que el Estado es el que debe ser competente en materia medioambiental, pasando por alto las medidas dictadas por los distintitos organismos internacionales como Naciones Unidas o la firma de los distintos tratados vinculantes a los que se ha comprometido el país a llevar a cabo, como por ejemplo el Protocolo de Kioto o el acuerdo de la Cumbre de Paris recientemente acordado.
Esta situación tanto política como social nos hace reflexionar sobre la situación tan precaria que prefiere afrontar la sociedad china, lo cual causara un mayor número de efectos negativos si se sigue intensificando esta contaminación. Como solución a la cuestión, sería que el propio estado de China y su propio gobierno adoptasen medidas de carácter ecológicas y proteccionistas hacia el medio ambiente, impartiéndolas y aplicándolas tanto el ámbito social como en el industrial. De esta manera la población se concienciaría y contribuiría a solucionar la difícil situación de la que no son conscientes de los duros y negativos efectos que se pueden seguir agudizando si esto no se revierte.